A Bacilio Juracán no la salvaron ni los muros de la casa donde buscó refugio, ni su condición de alcalde de Concepción, un pequeño poblado del departamento guatemalteco de Sololá.
El domingo una turba enardecida lo sacó a la fuerza de la vivienda, lo golpeó salvajemente y luego le prendió fuego.
Su hijo, Ventura, resultó herido por un machetazo.Y en el linchamiento también ardieron vehículos, la misma alcaldía y al menos otros seis edificios, incluyendo un restaurante y un internet café. LEER MAS
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